Descubra las novedades del grupo industrial experto en la protección de materiales sensibles y peligrosos, así como el listado de ferias y eventos en los que participa Tournaire.
MERCADOS DE APLICACIÓN
Los clientes del Grupo Tournaire operan en mercados que exigen los más altos estándares de calidad.
Descubra las novedades del grupo industrial experto en la protección de materiales sensibles y peligrosos, así como el listado de ferias y eventos en los que participa Tournaire.
Tanto para distribución al consumidor como para envases industriales, para proteger los productos durante su almacenamiento y transporte contamos con diversos tipos de materiales de envasado, como el papel, el cartón, el plástico, el vidrio, la madera o el metal.
La opción elegida en cada caso varía en función de diferentes criterios vinculados al tipo de producto, sus necesidades de protección o su tipo de transporte.
Entre todos estos materiales, el aluminio presenta unas propiedades excepcionales: gran maleabilidad, ligereza, resistencia, conducción y protección total contra la luz, el oxígeno y el agua. ¿Pero qué hay de la reciclabilidad de los envases de aluminio?
01. El aluminio, un producto muy presente en la naturaleza
02. El impacto medioambiental del uso del aluminio en envases es cada vez más reducido
03. Envases reciclables infinitamente y al 100%
04. El aluminio: “el material de envasado más ecológico”
06. El sector del reciclaje del aluminio crea empleo
07. Fuerte potencial
El aluminio, utilizado desde la antigüedad, se encuentra en la naturaleza, pero únicamente en compuestos como el alumbre (que era el más conocido). En 1821, el mineralogista e ingeniero francés Pierre Berthier[1] analiza un mineral encontrado cerca de la localidad francesa de Baux-de-Provence e identifica su fuerte concentración en alúmina. Se trataba de una roca de color rojizo que recibiría el nombre de bauxita y se impondría como principal fuente de este elemento.
El aluminio, segundo metal más común en la naturaleza en nuestro planeta, después del silicio, constituye el 8% de la masa de la corteza terrestre.
Para obtener una tonelada de aluminio hace falta extraer dos toneladas de alúmina de unas cuatro toneladas de bauxita. La mejor forma de medir el impacto medioambiental de un producto es mediante el análisis de su ciclo de vida (ACV). Este tipo de análisis es el más completo, ya que comprende la extracción, la fabricación, el transporte, el uso, el reciclaje y las operaciones de suministro de energía y materiales secundarios y transporte que requiere. Las reglas y el método para contabilizar el conjunto de las etapas del ciclo de vida del material se definen en las normas ISO 14040 y 14044[2].
Hoy en día se producen en todo el mundo 60 millones de toneladas de aluminio primario cada año. “El stock de aluminio para reciclar no deja de crecer y constituye, para el futuro, un importante recurso con un coste energético muy reducido” (fuente: Aluminium France).
Le animamos a profundizar y descubrir en detalle por qué “los envases de aluminio contribuyen al uso racional de estos recursos…” y en qué “el aluminio preserva más recursos que los que consume”; buena parte de estos elementos se comentan en el folleto de la Asociación Europea del Aluminio[3].
El reciclaje de los envases de aluminio, esencial para proteger el medio ambiente, permite ahorrar recursos y también reducir el volumen de residuos. Un envase es reciclable cuando puede transformarse en una nueva materia prima que será usada para producir nuevos objetos. El aluminio es reciclable infinitamente, hasta el punto de que el 75% del aluminio producido a principios del siglo XX sigue en uso hoy en día. Además, este material es reciclable al 100%, sin que se degraden sus cualidades físico-químicas iniciales.
Los envases hechos totalmente con aluminio usado (aluminio secundario) tienen un gran valor económico, valor que a su vez incentiva su reciclaje. Así, cuanto más aluminio contenga un producto, mayores son las probabilidades de que se vea reciclado. Los envases de aluminio pueden utilizarse para producir nuevos envases, pero también para otros productos de alto valor añadido, como bloques de motores, materiales de construcción o bicicletas. Por ejemplo, con 1 tonelada de aluminio reciclado se pueden fabricar 300 cuadros de bicicleta de carreras.
Conforme al estudio de ACV realizado por Bio Intelligence para Tetra Pak el 25 de junio de 2019, “el aluminio es el de menor impacto para la naturaleza y el que puede reclamar el título de ser el material de envasado más ecológico[4]”.
De hecho, los envases de aluminio que protegen los productos que usted compra, especialmente de tipo alimentario, tienen una enorme probabilidad de ser mayoritariamente reciclados. Para ser más precisos, casi el 47% del aluminio consumido en Francia proviene del reciclaje. Por poner otro ejemplo ilustrativo, las latas de aluminio contienen al menos tres veces más material reciclado que las botellas de vidrio o de plástico, como indica The Aluminum Association[5].
El reciclaje de aluminio consume poca energía: solamente un 5% de la energía utilizada inicialmente para la producción del metal primario. En otras palabras, el reciclaje de los envases de aluminio (para fabricar aluminio secundario) permite ahorrar hasta un 95% de energía en comparación con la producción de aluminio primario, así como una cantidad equivalente de emisiones de gases de efecto invernadero (fuente: AAA). De hecho, este reciclaje para obtener aluminio secundario permite una reducción de las emisiones de CO2 de al menos 100 Mt al año (cifra calculada en 2015 sobre la base de una producción de 30 Mt de aluminio secundario).
El aluminio no solo es ligero (posee una densidad alrededor de tres veces inferior a la del acero) sino que además, como es infinitamente reciclable, contribuye de manera masiva a la descarbonización. Al pesar menos, permite reducir el peso de los cargamentos, por ejemplo, ya sean por vía terrestre, marítima o aérea, en comparación con otros materiales de envasado más pesados, como el vidrio o el acero, a la vez que ofrece unas prestaciones técnicas equivalentes.
En el territorio francés se recicla el 92% de los envases de aluminio (la cifra europea es del 8%). En 2015 se reciclaron en ese país 472 000 toneladas de aluminio, frente a una producción de aluminio primario en ese mismo año de 450 000 toneladas.
El sector del reciclaje de este material genera, además de valor, puestos de trabajo. Siguiendo con el ejemplo de Francia, con una decena de plantas de afino y reciclaje, esta industria supone unos 1500 empleos directos.
Hoy en día en Francia se hace con material reciclado el 47% de los envases de aluminio, por lo que hay todavía un fuerte potencial de mejora. Puede ver todas las etapas del reciclaje de este tipo de elementos haciendo clic aquí[6].
Le invitamos a conocer los compromisos de Tournaire con su sistema de Gestión Medioambiental haciendo clic aquí[7].
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[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Pierre_Berthier
[2] https://www.iso.org/obp/ui/es/#iso:std:iso:14044:ed-1:v1:es
[3] https://www.european-aluminium.eu/media/1320/packaging-brochure_fr.pdf
[4] http://castilloje.free.fr/1sti2d/1sti2d_ett_tp/2_cycle_vie/tp6d_tetrapak/synthese_acv_tetra_pak.pdf
[5] https://www.aluminum.org/aluminum-advantage/facts-glance
[6] https://www.citeo.com/le-mag/infographie-tri-et-recyclage-des-emballages-en-aluminium-fait-le-point/