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MERCADOS DE APLICACIÓN
Los clientes del Grupo Tournaire operan en mercados que exigen los más altos estándares de calidad.
El almacenamiento y la manipulación de materias sensibles son aspectos cruciales de muchos sectores industriales. Estas operaciones no pueden tomarse a la ligera por los riesgos potenciales que entrañan. El transporte de materias peligrosas o el almacenamiento de productos químicos requieren, por tanto, un mayor rigor.
La legislación que regula el almacenamiento de sustancias químicas y materias peligrosas es estricta. Los riesgos asociados a la manipulación inadecuada de estas sustancias son múltiples, desde incidentes medioambientales hasta peligros para la salud humana. La protección del medio ambiente y de los trabajadores está en el centro de esta normativa, destacando la necesidad de seguir protocolos estrictos a la hora de almacenar materiales peligrosos.
Antes de almacenar productos peligrosos, es esencial identificar y clasificar correctamente cada producto químico. Esta primera etapa permite determinar las condiciones de almacenamiento adecuadas en función de las propiedades específicas de cada sustancia.
Cada envase de materiales sensibles debe exhibir una etiqueta en plena conformidad con el Sistema de Información sobre Materiales Peligrosos en el Lugar de Trabajo (SIMDUT) de 2015, que rige la clasificación y etiquetado de productos peligrosos. El objetivo de esta medida es garantizar que se comunican claramente los riesgos asociados al material contenido.
La elección de sistemas de almacenamiento es crucial. Desde armarios de seguridad para pequeñas cantidades hasta almacenes especializados para productos a granel, cada opción debe diseñarse para cumplir los requisitos específicos de los materiales almacenados.
Los contenedores no deben contener información contradictoria. La total coherencia de la información del etiquetado evita cualquier confusión, aumentando así la seguridad de los trabajadores que manipulan estas materias sensibles.
Algunas sustancias químicas son sensibles a las condiciones ambientales. Por ello, es necesario controlar estrictamente la temperatura y la humedad para garantizar la estabilidad de las materias más sensibles.
Una gestión eficaz de las existencias minimiza los riesgos al limitar la cantidad de materias peligrosas almacenadas. La gestión de flujos también facilita la trazabilidad del producto y simplifica las operaciones de emergencia en caso de incidente.
Los equipos de manipulación deben adaptarse a las características de las materias peligrosas. Esto incluye el uso de envases específicos, carros de manipulación equipados con dispositivos de seguridad, derrame de sustancias químicas y formación adecuada del personal.
La formación continua garantiza que el personal esté siempre al día de las mejores prácticas y procedimientos de emergencia. El acceso a las zonas de almacenamiento de productos químicos debe estar reservado exclusivamente a empleados formados y autorizados. Los protocolos de acceso estrictos son esenciales para garantizar la trazabilidad y controlar la entrada y salida de productos químicos.
El incumplimiento de las directivas de identificación no solo expone a los trabajadores a riesgos innecesarios, sino que también puede tener consecuencias legales y financieras para la empresa. Por lo tanto, el cumplimiento riguroso de estos procedimientos es un imperativo absoluto.
El almacenamiento y la manipulación de materias sensibles requiere un enfoque metódico que cumpla las normas de seguridad establecidas. Siguiendo estas buenas prácticas, las empresas no solo pueden cumplir la legislación vigente, sino también garantizar la protección del medio ambiente, de sus trabajadores y de la comunidad que las rodea.