MERCADOS DE APLICACIÓN
Los clientes del Grupo Tournaire operan en mercados que exigen los más altos estándares de calidad.
El envasado y almacenamiento de productos agroalimentarios sensibles son dos etapas que garantizan la seguridad, calidad y longevidad de los alimentos. Estas prácticas están diseñadas para proteger los productos contra la contaminación y el deterioro físico, químico y microbiológico, garantizando al mismo tiempo su frescura y valor nutritivo.
Los productos agroalimentarios sensibles son especialmente vulnerables al deterioro. Entre ellos figuran la carne, el pescado, los productos lácteos, las frutas y hortalizas frescas, así como determinados productos transformados, como los platos precocinados y la bollería. Estos alimentos son sensibles a las variaciones de temperatura, humedad, exposición al oxígeno y a la luz, así como a la contaminación microbiológica. Un envasado y almacenamiento inadecuados pueden provocar la proliferación bacteriana, la formación de moho y la oxidación, comprometiendo la seguridad y la calidad de los alimentos.
Los envases desempeñan un papel fundamental en la protección de los alimentos sensibles. Deben adaptarse a cada tipo de producto para preservar sus características intrínsecas y evitar la contaminación. Estos son los principales criterios para un envasado óptimo:
Los envases de aluminio para alimentos son muy apreciados por su capacidad para proteger productos sensibles del aire, la humedad y la luz, manteniéndolos frescos y seguros. Su resistencia a las variaciones de temperatura lo convierte en una opción ideal para los alimentos que requieren refrigeración o congelación.
El almacenamiento de productos agroalimentarios sensibles es un eslabón clave para garantizar su seguridad hasta el punto de consumo. Requiere especial atención controlar el entorno en el que se conservan los productos.
Los avances tecnológicos contribuyen a mejorar constantemente los métodos de envasado y almacenamiento de productos sensibles. Las últimas tendencias incluyen el uso de biomateriales de envasado biodegradables, diseñados para reducir el impacto ambiental al tiempo que ofrecen una protección eficaz. Además, cada vez son más populares las tecnologías de sensores inteligentes que permiten controlar en tiempo real la temperatura, la humedad e incluso la frescura de los productos durante su almacenamiento y transporte.
El envasado y almacenamiento seguros de productos agroalimentarios sensibles son esenciales para garantizar su calidad, seguridad y durabilidad. La adopción de prácticas rigurosas adaptadas a las características de cada producto permite minimizar los riesgos de contaminación y deterioro, preservando al mismo tiempo el valor nutritivo y la frescura de los alimentos. A medida que avance la tecnología, estas prácticas seguirán evolucionando, mejorando aún más la seguridad alimentaria para los consumidores.