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Tournaire > Tournaire noticias > Envasado y almacenamiento seguros de productos agroalimentarios sensibles

¿Cuáles son los costes asociados al uso de envases industriales de aluminio en comparación con otros materiales?

El envasado y almacenamiento de productos agroalimentarios sensibles son dos etapas que garantizan la seguridad, calidad y longevidad de los alimentos. Estas prácticas están diseñadas para proteger los productos contra la contaminación y el deterioro físico, químico y microbiológico, garantizando al mismo tiempo su frescura y valor nutritivo.

Entendiendo los productos agroalimentarios sensibles

Los productos agroalimentarios sensibles son especialmente vulnerables al deterioro. Entre ellos figuran la carne, el pescado, los productos lácteos, las frutas y hortalizas frescas, así como determinados productos transformados, como los platos precocinados y la bollería. Estos alimentos son sensibles a las variaciones de temperatura, humedad, exposición al oxígeno y a la luz, así como a la contaminación microbiológica. Un envasado y almacenamiento inadecuados pueden provocar la proliferación bacteriana, la formación de moho y la oxidación, comprometiendo la seguridad y la calidad de los alimentos.

Principios del envasado seguro de productos

Los envases desempeñan un papel fundamental en la protección de los alimentos sensibles. Deben adaptarse a cada tipo de producto para preservar sus características intrínsecas y evitar la contaminación. Estos son los principales criterios para un envasado óptimo:

  • Impermeabilidad al aire y a la humedad: Los materiales de envasado deben ser impermeables para evitar la entrada de aire, que favorece la oxidación, y de humedad, que puede provocar la aparición de moho.
  • Protección contra la luz: Algunos alimentos, como los aceites o los productos lácteos, son sensibles a la luz, lo que puede alterar sus propiedades organolépticas y nutricionales. Para estos productos es esencial utilizar envases opacos o materiales que filtren la luz.
  • Atmósfera controlada: el uso de atmósferas modificadas (por ejemplo, una mezcla de nitrógeno y dióxido de carbono) prolonga la vida útil de los productos al inhibir el crecimiento microbiano y ralentizar las reacciones de oxidación.
  • Adecuación a la temperatura: El envase debe ser compatible con las temperaturas de almacenamiento previstas, ya sea refrigerado, congelado o temperatura ambiente.

Envases de aluminio para alimentos

Los envases de aluminio para alimentos son muy apreciados por su capacidad para proteger productos sensibles del aire, la humedad y la luz, manteniéndolos frescos y seguros. Su resistencia a las variaciones de temperatura lo convierte en una opción ideal para los alimentos que requieren refrigeración o congelación.

Envasado y embalaje del producto

El almacenamiento de productos agroalimentarios sensibles es un eslabón clave para garantizar su seguridad hasta el punto de consumo. Requiere especial atención controlar el entorno en el que se conservan los productos.

  • Temperatura adaptada: Cada producto tiene una temperatura óptima de conservación. Los productos frescos, como frutas y verduras, deben almacenarse a temperaturas generalmente entre 0 y 5 °C, mientras que la carne y el pescado requieren temperaturas cercanas a 0 °C para limitar el crecimiento bacteriano. Para los productos congelados, es esencial una temperatura constante de -18 °C o más fría para detener la actividad enzimática y microbiana.
  • Humedad controlada: La humedad relativa debe ajustarse en función del tipo de producto. Un exceso de humedad puede favorecer la aparición de moho, mientras que una humedad insuficiente puede hacer que los productos se sequen.
  • Rotación de stock: una gestión eficaz de las existencias basada en el principio «primero en entrar, primero en salir» (FIFO) garantiza que los productos más antiguos se utilicen primero, lo que reduce el riesgo de deterioro o desperdicio.
  • Control de la contaminación cruzada: Los productos deben almacenarse de forma que se evite la contaminación cruzada. Por ejemplo, los alimentos crudos no deben almacenarse encima de alimentos cocinados o listos para el consumo. Además, los equipos de almacenamiento (estanterías, frigoríficos, congeladores) deben limpiarse y desinfectarse periódicamente.

Innovaciones y tendencias actuales

Los avances tecnológicos contribuyen a mejorar constantemente los métodos de envasado y almacenamiento de productos sensibles. Las últimas tendencias incluyen el uso de biomateriales de envasado biodegradables, diseñados para reducir el impacto ambiental al tiempo que ofrecen una protección eficaz. Además, cada vez son más populares las tecnologías de sensores inteligentes que permiten controlar en tiempo real la temperatura, la humedad e incluso la frescura de los productos durante su almacenamiento y transporte.

El envasado y almacenamiento seguros de productos agroalimentarios sensibles son esenciales para garantizar su calidad, seguridad y durabilidad. La adopción de prácticas rigurosas adaptadas a las características de cada producto permite minimizar los riesgos de contaminación y deterioro, preservando al mismo tiempo el valor nutritivo y la frescura de los alimentos. A medida que avance la tecnología, estas prácticas seguirán evolucionando, mejorando aún más la seguridad alimentaria para los consumidores.

 

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